31.5.10

Vuelta

Este blog fue mi terapia, mi catarsis, durante algún tiempo. Las cosas no me salieron como quería, y por un momento pensé que no me hacía falta, que todo lo tenía que enfrentar sola, como siempre lo hice. Aparte me parecía que mantener este blog era una forma de atarme a un pasado que tenía que soltar, de una forma u otra. Y así lo hice, lo cerré (bah, lo cerré... seguí leyéndolos pero dejé de escribir), y por un tiempo estuve bien. Ahora que mi vida ha dado un giro de 360º, que no sé ni donde estoy parada, ni para qué lado correr, ando necesitando volver a sentir que estoy acompañada, aunque sea de esta forma virtual.
Renuncié a mi trabajo, después de dos años y medio de remarla en un lugar donde no valoraban ni entendían lo que yo hacía. Por ende, estoy desempleada y comiéndome ahorros. Aún no sale ninguna oferta laboral y creo que en cualquier momento me vuelvo loca de tan al vicio que estoy. Mis días se resumen en levantarme cuando me despierto, darle de comer a la perrita, limpiar el piso lleno de pis y comer y fumar todo el día (que estoy despierta, que no es mucho). He tapizado Córdoba de cvs, y aún nada de nada. He aumentado 4 kg desde que todo esto pasó, y la imagen que me devuelve el espejo no me agrada en absoluto. Me siento muchas veces patética.
En medio de todo esto conocí a alguien. Bah, no lo conocí, ya lo conocía pero de golpe empecé a mirarlo de otra manera. Y la cosa empezó a andar. Es una larga historia la de este chico, la contaré en otro post, básicamente todo se resume a que él ahora está en una etapa de ostracismo, donde no tengo espacio. Y no sé qué hacer. No sé cómo ni por donde llegar. Y sumado a mi cantidad de tiempo disponible para pensar boludeces, la situación se complica bastante.
Nada en mi vida está funcionando. Nada. Otra vez.