19.7.12

El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos...

No sé si será que finalmente estoy tranquila y feliz en una relación, si ya me empezaron a correr los 31 años o si el reloj biológico está dando sus primeras campanadas.
Lo que sí es cierto es que en los últimos meses me han dado ganas de tener un hijo. Una puflita o puflito que llene mi vida de mamás, llantos, berrinches, caprichos (típico de un hijo mío) y sonrisas.
Y no solamente es este deseo cuasi egoísta de traer un niño al mundo para convertirme en madre, es algo que conviviente también quiere.

Oh, por Dios, en qué momento crecí tanto?????

12.4.12

De golpe

Y así es como de golpe se me dio por volver a escribir acá.